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27 abril, 2007

Ojalá los pinguinos bailaran claqué


Acabo de ver la peli de Happy Feet y la verdad, ojalá los pinguinos bailaran claqué para que los estúpidos humanos lo encontrásemos suficientemente divertido como para llevar a cabo un debate a nivel mundial que determinase respetar las zonas de cría y pesca del pinguino emperador... eso sí, sin olvidarse de todas las demás especies, también las ke se pintan como crueles y despiadadas asesinas (focas y orcas), dos de las que además de sufrir la consecuencia de una pesca abusiva también son cazadas, en el caso de las focas empleando una crueldad solo propia de la especie humana y jamás vista crueldad igual en ningún otro ser vivo, echo que nos distingue de todas las demás especies animales y nos hace ser "superiores".

Un momento realmente duro de la película es cuando la colonia de pinguinos emperador expulsa a Mombo porque no sabe cantar, solo sabe bailar. El rechazo de sus congeneres llega hasta el punto de acusarlo de ser el culpable de que no haya pesca y de que se estén muriendo de hambre, lo obligan a irse lejos de la colonia. Mombo va en busca de la respuesta a la escasez de pesca y descubre un gran buque que saca redes llenas de peces, lo sigue hasta que aparece en una playa tendido, exhausto. Lo recogen y cuando vuelve a aparecer está en un zoológico.

Al principio grita desesperadamente a la gente que va a ver a los animales, explicandoles el problema, el fallo es que lo hace en "pinguinés" y no lo entienden... normal, no nos entendemos ni entre nosotros...

Termina cansándose y respondiendo únicamente al estímulo de la comida cuando le lanzan el pescado, pero en ese momento tiene una alucinación, cree ver a sus padres y a Gloria (la pinguina de la que se enamoró) que le preguntan cuándo va a volver, que no quieren molestarlo ahora que está comiendo, que ya se solucionará el problema de la comida en la colonia. La alucinación se desvanece mientras Mombo tira pescados contra una pared en la que está dibujado el paisaje antártico y gritando que hay suficiente para todos, que se queden a comer.

Una niña ve al pinguino triste e inmovil, cabizbajo, golpea el cristal para llamar la atención de ese animalillo, lo hace con ritmo y el pinguino responde bailando... la gente se vuelve histérica, todos quieren ver el show de un pinguino bailando claqué...

Que tristes somos, no? somos patéticos.

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